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Mucho hemos hablado en este blog sobre cómo están cambiando nuestros comportamientos como consumidores. Prácticamente todos ya nos “lanzamos” en primera instancia a Google cada vez que necesitamos algo, muchos seguimos comparando precios y prestaciones en la Red y quien más y quien menos, acabamos comprando online.

Así que con un consumidor online que es una apuesta segura, con un medio publicitario como Internet que crece sin parar y con unas herramientas que te permiten medirlo todo al milímetro, una empresa que no desarrolla una presencia en Internet plena está perdiendo oportunidades.

Pero estar presente en Internet con una página web que presente tu negocio es una cosa, y que tu negocio online genere ingresos, otra muy distinta.

Disponer de una tarjeta de visita en Internet, diciendo al mundo quién eres y dónde estás es relativamente sencillo, y hasta puede resultar gratis total. Seguro que quedan “recalcitrantes” amantes en exclusiva de las Páginas Amarillas, pero doy por hecho que prácticamente todas las empresas tienen o tendrán muy en breve una página web de estas características.

Sin embargo, rentabilizar la inversión que haces en la Red no es inmediato, por muy bonita que sea tu página. Encargar una web no es tarea fácil, y a menudo sucede que, tras un desembolso relativamente importante, los resultados son desalentadores: páginas que Google no encuentra, pocas visitas, ninguna venta, etc. La escasez de recursos y de tiempo es moneda común a las pequeñas empresas, y muchas no saben por dónde empezar a mejorar.

Muchos comienzan a pensar que estar en Internet no es tan rentable como les han dicho, pero la Red es el mayor mercado del mundo, expuesto a millones de clientes potenciales. Y es posible hacer dinero.

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Solo acercándote a tu cliente conseguirás ser más productivo

Estar en Internet no es tener únicamente una página web y esperar que lleguen solos los clientes, rentabilizar tu presencia en Internet pasa por hacer eso que hoy se llama marketing digital y que no es otra cosa que el marketing de toda la vida pero con nuevas herramientas. Porque el objetivo sigue siendo captar clientes y fidelizar a los que ya tienes.

Tu presencia online es la manera en la que te das a conocer en el mundo digital, pero no solo a través del ordenador, sino en los dispositivos móviles y hasta en las redes sociales. Y en este mundo ya no vale con estar, hay que ser reconocido por el valor que aportas, por la calidad de tu servicio, por tu nivel de relación online con tus clientes.

Claves para rentabilizar un negocio online

¿Cuáles deberían ser los ingredientes para que tu estrategia digital funcione? Como en el “negocio analógico”, lo primero que necesitarás es un escaparate atractivo, para que quien pasea por la calle tome nota de que estás ahí. Conversar con los clientes que entran en la tienda, para explicarles mejor qué ofreces y qué ventajas tienen tus productos será lo siguiente. Y tú ya sabes que luego hay que convencerles para que “muten” su interés en compra. Ya “para nota” es tratar de que vuelvan para gastarse en tu negocio un poquito más. Da igual que lo llamemos SEO, blog o conversión de leads, el proceso es el de siempre: atraer y convencer como únicas claves para rentabilizar tu inversión y vender.

Y ¿cómo se consigue? Estos son los pasos:

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1. Destacar en buscadores

Si cuando alguien busca en Google justamente eso que tú puedes ofrecer, pero tu negocio no aparece en las dos primeras páginas, estás fuera. Por eso, antes incluso de “hablar” con el cliente, debemos “hablar” con los buscadores. Decirles que existimos, darles pistas para que nos encuentren.

El SEO es quizás la estrategia de marketing que más impacto tiene a la hora de rentabilizar tu presencia en Internet, porque permite dirigir hacia tu página web a aquellos consumidores que ya están buscando eso que tú tienes. Deja que Google te encuentre con facilidad y habrás dado un primer gran paso.

Hacer SEO es posicionar tu web mediante el uso de palabras clave, pero también mediante un diseño y una estructura adecuada de “metadescripciones”, y enlaces que permitan al buscador saber cómo encontrarte. Y todo cuenta, desde las imágenes que incluyes, hasta el tiempo de carga de tu página.

2. Atraer tráfico

El SEO es importante, pero sin duda la mejor manera de convertirte en referente es ofrecer contenido único, con un enfoque original que aporte valor. Hacer marketing de contenidos es simple y efectivo y te ayudará a ser competitivo. Porque en un mundo sobrecargado de información, lo que es realmente útil destaca por sí solo. Esta nueva filosofía se llama inbound marketing y trabaja desde la óptica de que sean los clientes quiénes busquen a la empresa y no al contrario.

Un blog que te permita atraer clientes ofreciendo de forma ágil y atractiva consejos que les ayuden en su día a día, es la base. Cada post te permitirá gestionar las expectativas de los clientes, rebajando la distancia entre lo que ellos buscan y lo que tú puedes ofrecerles. En él podrás explicarles las ventajas de tus productos, en lugar de presentarles una fría lista de características técnicas. Te dará un lugar para contarles cómo puedes ayudarles, cómo cambiaría su día a día contigo. Es fundamental que incluyas testimonios, opiniones y experiencias positivas de otros clientes, porque generan esa confianza,que es la base para mantener relaciones duraderas con tus clientes.

Y no es ningún secreto que el vídeo se ha convertido en un componente esencial en la Red. Dicen que representará un 75% de todo el tráfico de Internet en 2017. Incluir algún vídeo en la web aumenta la conciencia de marca, conecta mejor con tu audiencia e invita a la interacción.

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3. Relacionarte con tus clientes

Hay tiendas online de casi todo, pero solo triunfan aquellas que vemos cercanas, accesibles y fáciles de usar. Necesitamos recibir algún valor antes de confiar nuestros datos a cualquier empresa. Por ello, es fundamental que ofrezcas algo para ganarte la confianza de todas aquellas personas que se acercan a ti para conocerte más a fondo. Capta datos de cliente a través de una suscripción interesante a tu newsletter, una landing page con contenido gratuito y ofertas atractivas y “golosas”.

Abrir una relación online con tus clientes es un gran salto, que sin duda ellos te agradecerán siempre que les ahorres tiempo al dejarles interactuar contigo a través de una página web o una aplicación móvil. Si eres capaz de estar en su móvil justo cuando te necesitan, el éxito no se hará esperar. Si piensas que para tu negocio no tiene sentido en una app móvil, te equivocas. Las notificaciones de valor , el poder hacer reservas, gestiones o pedidos desde el móvil interesan siempre.

4. Vender

Con el consumidor digital el aprendizaje es constante. Hay que ir probando hasta encontrar qué es aquello que funciona con tus clientes. Y como cada prueba cuesta lo suyo, es imprescindible analizar y medir todos los esfuerzos.

No sirve de nada planificar estrategias sin medir los resultados. Es fundamental analizar los datos de cada acción para tomar nuevas decisiones, cambiando rápidamente aquello que no compensa. Hay multitud de herramientas para monitorizar tu actividad online. Únicamente tienes que elegir la que más te convenga para gestionar correctamente todos los datos que llegan a tu página web.

Rentabilizar la inversión que haces en tu negocio online es posible. En Internet, ya no vale con estar, debes esforzarte por mantenerte vivo y siempre atento a para ofrecer eso que el consumidor está buscando. Y por ir más allá del “aquí estoy yo” avanzando para crear con tus clientes relaciones estables y duraderas.

Hacer marketing digital es rentable. No necesita grandes inversiones, es 100% medible y permite conocer el coste exacto de cada venta. Sin embargo, tal vez sea buena idea no lanzarse solo a nadar en “aguas profundas”, y contar con un cierto nivel de asesoría acerca de cómo funciona el mundo digital. Contar con quien te pueda ayudar a elaborar una hoja de ruta personalizada para tu propio negocio.

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